DECADENCIA
por Emilia Andayluce
Hoy les cuento algo impactante de mis vacaciones en volcanes sicilianos, Palermo e islas Eolias.
Estuve en el Palazzo Lanza Tomas, donde Nicoletta, una duquesa casada con el heredero de Lampedusa ¡oh, horror! se dedicaba a dar clases de cocina a extranjeros.
Recordé entonces a un amigo alemán que me paseó por Alemania y tenía mejor recuerdo del campo de concentración / aniquilación donde estuvo durante el nazismo que del lujoso colegio donde se educó en su infancia.
Ante este recuerdo ¡por qué iba a escandalizarme de que una duquesa repartiera pizzas a extranjeros! a lo mejor disfrutaba con eso.
Como soy un poco distraída ahora no recuerdo si mi amigo me dijo que estuvo en el campo de concentración como preso-judío o como guardia-nazi. Eso explicaría muchas cosas ¡pero qué más da! Para mí todos son iguales.
EL GRITO DE DIOS
Frases extraídas del artículo del Sr. Ignacio Sánchez Cámara ("filósofo") publicado en ABC (6/7/2014).
A esta modesta publicación le parece que esto podría ser parte del diario de un masoquista. Que el lector saque sus conclusiones. A nosotros nos da vergüenza ajena que en pleno siglo XXI haya alguien, por raro que sea, que piense como en la Edad Media:
- El dolor es un mal repleto de cosas buenas.
- Dios nos grita en el dolor. Dios no calla mientras sufrimos.
- ¿Y nosotros, ignorantes, soberbios y sordos, aún hablamos del silencio de Dios?
- Habría que decirle Gracias Dios mío por el dolor que me envías.
- El primer principio de la educación consiste en "quebrar la voluntad del niño" ¿por qué no quebramos la de los mayores?
- El dolor es el manotazo que nos arrebata lo que más queremos, pero para que podamos recibir lo único que puede hacernos felices: Dios.
JUEGOS REPUBLICANOS
por Manuel Eriza
Estábamos tranquilos, el nacionalismo menguaba gracias a rigurosas políticas reaccionarias y el "sistema" estaba sentando ya las bases indestructibles para el futuro.
Pensábamos que se había superado el complejo posfranquista de la Derecha y que la Izquierda regresaba por fin a su origen ilustrado, quiero decir, dócil y tolerante. Así, todos tan contentos, sobre todo la gente decente de derechas que podían seguir dedicándose a sus negocios privados aunque se incrementara el paro.
Pero la Historia es terca, hete aquí que bastó que a alguien se le ocurriera darle otra oportunidad a ese enemigo de España que tan eficazmente combatió Franco para que surgieran los demagogos.
En el caldo doloroso de la profunda crisis creada por el capitalismo reaparecieron esos descontentos antisistema, los que no se resignan, los que pretenden contra toda lógica un país moderno, justo, culto, ético... ¡y republicano!
Estos majaderos llamados "progresistas" quieren "decidir" el futuro de España. Nada menos, aunque eso ya esté decidido por nosotros.
EL SUEÑO DE LOS IDIOTAS
por Barón Rojo
No es "El sueño del celta" de Vargas Llosa, aunque por lo de idiotas, perfectos idiotas, pudiera parecerlo. Es la pesadilla de Irak.
Han pasado doce años desde la invasión norteamericana que arrasó el país de Sadam. ¿De qué sirvió? Ya entonces se podía vislumbrar que esto acabaría mal, pero nos fiamos de varios "linces" de la política internacional para apoyar el genocidio irakí.
José María Aznar, esbirro del presidente Bush, fue uno de ellos, de los idiotas que nos hicieron creer que había que bombardear la antigua Mesopotamia porque era una amenaza para el mundo. Salió en la TV y mirándonos a la cara con esa mirada de sepulturero de película de barrio en blanco y negro que utiliza para espetarnos las mayores estupideces nos dijo: "Puedo asegurarles que Irak tiene armas atómicas de destrucción masiva y por tanto hay que liquidarlos".
Era mentira. El Gran Idiota norteamericano engañó al idiotín hispano, aunque ya estuviera empezando a mejorar su acento texano, para que transmitiera a sus connacionales, incluídos los catalanes, la Gran Verdad: Irak era la encarnación del Mal, el demonio.
En premio, Bush le regaló un puro al chaplinesco presidente europeo. Aznar, a su vez, se lo regaló a Rajoy, para que celebrara las elecciones, pero el puro nos lo metieron a los españolitos de a pie metiéndonos en una guerra sin quererlo ni beberlo, ganándonos el odio musulmán y perdiendo muchas vidas. Fue una gracieta del ahora millonario expresidente. Lo que nos hace sospechar que tan idiota no era.
Estamos en la fase de lamentaciones. ¿Hacía falta una guerra y el genocidio posterior para materializar el sueño macabro de estos idiotas contemporáneos? Posiblemente no. Hubiera bastado con dejarlos que se mataran entre ellos, pero en ese caso Aznar se hubiera quedado sin aprender inglés. Hubiera sido una pena.
NOSTALGIA DE UN DESASTRE
por Luis Ventosidades
(Subdirector de CBA)
Es muy legítimo que la súbita abdicación del Rey haya recreado el "folclore republicano" que se vivió entre los años 1931-1939.
Pero lo que se da de coces con el sentido común es añorar algo que resultó un completo fracaso.
Podemos añorar los grandes logros franquistas, los pantanos entre otras cosas, o la "Democracia orgánica", o los "Sindicatos verticales", o la sabia censura de los periódicos y medios de información, o la "santa represión" nacional católica, pero es totalmente absurdo añorar el "folclore republicano" anterior que obligó a unos generales felones a levantarse contra él.
Con justa razón la Derecha actual añora la España del dictador más que la Izquierda añora la república, pero no salen a las calles a manifestarse. La derecha es gente decente.
Es verdad que la II República española intentó poner al país al nivel de los principales países europeos. Es verdad. Procuró el desarrollo de una España moderna, justa, libre, donde cualquier ciudadano pudiera progresar sin limitaciones "tradicionales" o religiosas, es verdad, pero eso no justifica que puedan salir a manifestarse y llenen las calles de papeles.
Deberían estar calladitos como estaban bajo el régimen de terror que instauró el general felón que Dios tenga en su Gloria.