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¡AY CARMELA!
Carlos Saura
Guión: Rafael Azcona, Carlos Saura (Obra: José Sanchís Sinisterra)
Fotografía: José Luis Alcaine
Reparto: Carmen Maura , Andrés Pajares , Gabino Diego .
Año: 1990

¡AY, ESPAÑA!

por Leopoldo de Trazegnies Granda

        En la España irónica de Gila mezclada a la siniestra de Millán Astray estallan el humor y el odio al mismo tiempo, aunque jamás se toquen, se disparan, se matan, pero no se acercan, se repelen.

        La película de Saura, “¡Ay, Carmela!” satiriza las dos Españas de Machado, con ternura y con indignación.

        Una pareja de cómicos acompañada por un muchacho mudo que han recogido por el camino se ganan la vida recorriendo la España republicana con un espectáculo de “varietés” en plena guerra civil. Para su desgracia, su mini compañía artística que se desplaza en una desvencijada camioneta que les sirve también de vivienda, equivocan su ruta y se meten en zona fascista (me niego a decir “zona nacional” como si los otros no lo fueran). Se presentan entonces las situaciones más grotescas que uno pueda imaginar de tres “rojos” en un pueblo que está bajo control de las tropas fascistas de Mussolini. A Carmen Maura y Andrés Pajares, en una de sus mejores interpretaciones, no les queda más remedio que repetir lo que en la historia de España ha sido frecuente: cambiar de bandera para poder sobrevivir. Ellos, “rojos”, se hacen pasar por franquistas, al igual que los mozárabes se islamizaban en la España musulmana o los moriscos se cristianizaban en la España de los Reyes Católicos o los judíos llegaban a obispos en el siglo XVI. Tienen pues que desarrollar al máximo el arte de simulación hispánica, pero su espectáculo, su espectáculo republicano, no deja de delatarlos.

        Un día de celebración de la España fascista se les saca de la cárcel para representar su función ante personalidades militares franquistas y milicias españolas e italianas, mientras en el gallinero del teatro del pueblo se apiñan los prisioneros de las Brigadas Internacionales, todos reos de muerte que serían ejecutados rutinariamente en los días siguientes. Nadie lo sabe, pero en el escenario se iba a representar el gran drama que arrastra España.

        La pareja enmascara sus números teatrales y musicales republicanos como puede, pero sus sentimientos contra el fascismo son más fuertes que el odio de la soldadesca de la platea y afloran a cada instante durante la representación. Se nota la mano experta de Rafael Azcona para manejar un guión desternillante en medio de un drama sobrecogedor, basado en la obra de José Sanchís Sinisterra. La fotografía, deslumbrante, del genio Alcaine. Y todo bajo la dirección medida y rigurosa de Carlos Saura.

        “¡Ay, Carmela!”, es sin duda una de las mejores películas que se han visto en la España democrática después de la muerte del dictador Francisco Franco.

Leopoldo de Trazegnies Granda

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PAGINA ACTUALIZADA EL 05/09/2020

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