¿A una persona se le administran medicinas porque está enferma o está enferma porque se le administran medicinas tóxicas? España está más bien en el segundo caso. La han atiborrado de medicinas moralistas, le han introducido la religión por un embudo, la han saturado de iglesias y música gregoriana... ya se sabe que para andar entre médicos hay que tener muy buena salud y España la tiene porque no ha muerto, pero se han cronificado sus males. Tiene fiebre de corrupción, gobierna el partido más corrupto de Europa con ochocientos de sus miembros entre imputados y presos, delirios independentistas de algunos de sus teritorios que no son precisamente de ultramar, deficit en formación, reducción de presupuestos para desarrollo, oligarquía bancaria, desempleo en casi todas sus células laborales. Está grave.
Periódicamente aparece un salvapatrias con la pretensión de curar todas nuestras heridas y llevarnos a una Arcadia feliz. España aguanta todo lo que le echen, desde las arcadias felices amazónicas hasta las de Podemos. España es un país de poetas que se resiste a la prosa de los patriarcas, sean políticos o economistas. Le han querido poner como prototipo de español a un traidor, como es El Cid, o a un violador en serie, como es Don Juan Tenorio, pero no le afecta, sólo se queda con la poesía de los campos de Castilla o con la de las noches sevillanas. No hace ni caso a la moralina de Zorrilla ni repara en la bajeza de su personaje. Le dan como ideal de vida a un loco, humanista pero loco, como Don Quijote y se queda con su filosofía, lo demás, su fanatismo, su seguridad en la posesión de la verdad absoluta, la ignora. España enferma, recostada a los pies de Europa, como decían los árabes, es una enferma difícil de matar. Ha sobrevivido a la barbarie visigoda, a las guerras intestinas de sus reinos leoneses, navarros y asturianos, a los desafueros de sus condes de Castilla y Cataluña, a la simbiosis árabe, a la Inquisición, a las monarquías absolutistas, a las cruentas dictaduras. Y allí sigue, recostada a los pies de Europa.
Para su curación los médicos nacionales resultan ser peores que los extranjeros porque nos convencen para que tomemos la píldora del miedo contra el futuro tenebroso. Nos mantienen en la angustia. no hay mejor receta que la incertidumbre para tener subyugada a la gente.
Hasta que España no se quite los sueros que la tienen maniatada históricamente, vomite todos las sustancias tóxicas que se le han administrado durante siglos, y rescate a sus verdaderos poetas, no podrá iniciar ese camino machadiano que nos llevaría a un mundo mejor, o al menos menos malo que el actual.
P.- "HISPANOFOBIA"

En el siglo XIX se independizaron de España veintiuna repúblicas, ni una ni dos ¡veintiuna! Desde los poderosos virreynatos de México y el Perú hasta la reserva jesuita del Paraguay. Se independizaron todas en un lapso de pocos años. España intentó impedirlo, sí, con la fuerza. No le sirvió para nada. Los estados no se cohesionan mediante una normativa miiitar sino cultural.
¿Cataluña tiene más elementos étnicos, históricos. geográficos y culturales que lo contrario para desarrollarse dentro de la órbita de España? ¡Por supuesto que sí! igual que los tenía todo Hispanoamérica, sin embargo se independizaron.
En Fernando VII, que se ganó a pulso la "hispanofobia", se inspiran personajes como Rajoy que intentan evitar la separación de Cataluña mediante la fuerza, no sólo la fuerza policial, sino también la económica, la coerción, etc. ¿Servirá de algo hoy, mañana o la próxima vez que Cataluña reclame sus derechos a independizarse?
A Fernando VII la fuerza no le sirvió para nada ¿hubiera podido llegar a un gran acuerdo con el estado continental que soñaba Bolivar? Tal vez, tal vez se hubiera hecho una entente hispana como la Commonwealth anglosajona.
¿Se podrá llegar a un buen acuerdo con Cataluña? Sospecho que sí. ¿Rajoy y Puigdemont son las personas adecuadas para intentarlo? Sospecho que no.