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Estrenos de cine

El código Da Vinci

Título Original: The Da Vinci Code
Dirección: Ron Howard
Intérpretes:
Tom Hanks (Robert Langdon)
Audrey Tautou (Sophie Neveu)
Jean Reno (Capitán Bezu Fache)
Ian McKellen (Sir Leigh Teabing)
Alfred Molina (Obispo Aringarosa)
Paul Bettany (Silas)
Jürgen Prochnow (André Vernet)
Producción: John Calley / Brian Grazer
Guión: Akiva Goldsman / basada en la novela de Dan Brown
Fotografía: Salvatore Totino
Música: Hans Zimmer
Año: 2006
Género: Thriller gótico
País: Estados Unidos
Formato: Color
Duración: 149 minutos
Estreno en España: 19/May/2006

El tópico Da Vinci

          Al igual que denominamos "Mundo Virtual" a todo lo que sucede dentro de Internet (la segunda caja tonta de la casa), deberíamos establecer una categoría para la estupidez humana que gravita alrededor de lo que podemos llamar "Mundo Anormal". Se podría pensar que estamos obligados a meter en el "Mundo Anormal" a casi todo lo que vemos y oímos durante el día, reduciéndose la realidad a unas mínimas parcelitas de nuestra existencia, me temo que sí. Entre el "Mundo Virtual" y el "Mundo Anormal" se nos va casi toda la vida. Ya estamos un poco acostumbrados y bastante hartos.

          De todas maneras hay algunas actuaciones humanas que destacan por su insensatez y entrarían de lleno en esa categoría de la anormalidad mental y emotiva profunda, y una de ellas sería la película "El código Da Vinci". Absurda para la lógica, pero perfectamente útil para el negocio cinematográfico.

          Como en todas estas películas policíacas de "comic" gótico que están de moda, nada se entiende bien y todo se vuelve muy oscuro. Es un "thriller" evangélico con pretensión de ser enigmático.

          Nos pasamos media película como en un infantil juego del tesoro yendo de iglesia en iglesia resolviendo enigmas incomprensibles, algunos de ellos encerrados en juguetes como el cubo de Kubrick que los personajes resuelven distraídamente como quien juega con el llavero en el autobús, dejándonos atónitos a los espectadores. Mientras tanto nos ilustran sobre la forma como los descendientes del Priorato de Sión, los Templarios o los modernos Opusianos competían históricamente por conseguir algo que no sabían exactamente si era un cáliz, un órgano sexual femenino, la sangre de Cristo, o una persona viva. En la película resulta siendo una persona viva, una parisina dulce e introvertida (Audrey Tautou) que se siente muy orgullosa al descubrir que es la descendiente directa de la pareja formada por Jesucristo y María Magdalena. ¡No es para menos!

          Creo que a la mayoría de la gente, como a mí, le debe traer sin cuidado que María Magdalena fuera la mujer de Jesucristo, en todo caso qué bien ¿no? que el hombre tuviera a su lado a una mujer que lo quisiera, aparte de dedicarse al proselitismo religioso, que sería una tarea bastante menos apasionante por esos inhóspitos parajes de Galilea. Que Leonardo Da Vinci pintara a la Magdalena al lado de Jesús en el cuadro de la última cena, o no, es un detalle técnico irrelevante.

          La inclusión del Opus Dei en esta violenta y trepidante historia de asesinatos místicos puede deberse a un intento de alejarse del tratamiento tradicional de las estructuras religiosas, al estilo de Umberto Eco, que ya son de por sí bastante aburridas, introduciendo un elemento polémico de actualidad con el que proyectan obtener buenos resultados comerciales.

          La secta fundada por el aparentemente desequilibrado (parafílico algolágnido según algunos) monseñor José María Escriba y Albás, que cambiara sus apellidos por Escrivá de Balaguer, puede ser criticada por graves e innumerables motivos, como son su voracidad económica, su afán de dominación, su interpretación reaccionaria de la moral, sus posiciones políticas ultraconservadoras, el adoctrinamiento fundamentalista de sus miembros, su involucionismo social, etc. etc. pero presentarlo como una sociedad de delincuentes organizada para el crimen, del tipo de la "Cosa Nostra", con un objetivo esotérico, me parece excesivo.

          Ron Howard nos presenta a un obispo opusiano de aspecto mafioso que habla como si se acabara de pegar un chute de coca. Lo más increíble es que tiene un alarmante parecido al recién electo presidente peruano Alan García. ¿Será Alan García el privilegiado poseedor del Santo Grial? No me extrañaría nada, su primer milagro habría sido volver a la presidencia del Perú después de haber arruinado al país.

          No sé cómo acaba ese bodrio de celuloide titulado "El código Da Vinci" basado en la novela de Dan Brown, porque no pude aguantar más su "Mundo Anormal" y me fui de la sala, pero tal como iban las cosas creo que terminan casándose los protagonistas, es decir, la descendiente de la pareja formada por Jesucristo y María Magdalena, la dulce francesita, con el actor Tom Hanks. Como la película se rodó hace más de un año, calculo que ya ha dado tiempo a que tengan hijitos y podría haber varios Santos Griales chiquitos tomando helados en cualquier "drive in" de Kansas City o aprendiendo a montar en bicicleta en Pennsylvania. Los límites a la estupidez sólo los ponemos nosotros.

Leopoldo de Trazegnies Granda

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PAGINA ACTUALIZADA EL 10/6/2006