PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO, INVIERNO Y PRIMAVERA
Cuando uno va a ver una película oriental sabe que va a tener que hacer un esfuerzo para adaptar su sensibilidad a otra distinta. Y es probable que no sea capaz de captar todos los matices culturales que se le muestran. Pero toda sensibilidad está basada en los mismos sentimientos básicos del ser humano, ya sean el amor, el odio, la ternura, la crueldad, la pasión, la ambición, el placer, el miedo o cualquier otro que uno reconozca como propio. Y si la obra es buena, no se tiene ninguna dificultad para reconocerlos.
En la película de Kim Ki-duk "Primavera, verano, otoño, invierno, y primavera", por más buena voluntad que se ponga, no se llega uno a identificar con ninguno de estos elementos y se tiene la impresión de estar ante un decorado tópico, montado para satisfacer el gusto occidental por la espiritualidad de Oriente. Es decir, se tiene la impresión de que le están contando un cuento chino, en este caso un cuento coreano.
Empezando porque transcurre en un lago artificial que sería ideal para montar en él un parque temático sobre taoísmo. En el centro han instalado una ermita flotante donde vive un silencioso monje y un niño. Gran parte de la película veremos transitar al niño o al monje en un bote entre la ermita y una especie de puerta simbólica del lago. El ruido que hace la barca resulta obsesionante, pero es sólo eso, el chapoteo de los remos en el agua.
El paisaje es sombrío, triste, refleja fielmente la pobreza interior de los personajes. No sé si es algo intencionado, con lo que la película se convertiría en una crítica indirecta a la religiosidad tradicional taoísta.
El argumento está basado en una anécdota absurda que el protagonista niño arrastrará (en el sentido literal) durante toda su vida. Las pocas palabras que se cruzan el monje y el aspirante a monje son absolutamente intrascendentes pero el director se las ingenia para que, en ese ambiente de mutismo y sordidez espiritual, parezcan muy profundas. El monje joven vivirá unas secuencias de amor zafio tras la forzada aparición en escena de una chica enferma, que terminará en vulgar asesinato pasional, el amante es detenido en una secuencia de thriller americano con policías que parecen sacados de una mala obra de teatro de China Town, y el monje viejo termina inmolándose en una pira acuática.
Todo lo que sucede es tan artificial como el lago. Y termina la película sugiriendo que el ciclo vital vuelve a empezar con la llegada a la ermita de un nuevo niño abandonado por una madre que para estar a tono con las tragedias ocurridas sufre también un accidente mortal en el lago.
¡Que Lao Tzu sea misericordioso con los autores de estos bodrios de la cinematografía oriental!
Leopoldo de Trazegnies Granda
FICHA TECNICA:
Título: PRIMAVERA, VERANO, OTOÑO, INVIERNO Y PRIMAVERA (Bom, yeoreum, gaeul, gyeowool, geurigo, bom)
País: Corea del Sur y Alemania.
Año: 2003.
Duración: 103 min.