IR A CRITICA DE CINE
PALMERAS EN LA NIEBLA
por Leopoldo de Trazegnies Granda
Si nos atenemos a lo que dice Bertolucci, que el cine es simplemente el arte de contar historias mediante imágenes, Palmeras en la nieve, al contrario de su casi homónima Gorilas en la niebla, sería una película muy deficiente. En cambio, si se tratara de despertar interés por un tema cualquiera, entonces la película de Fernando González Molina basada en la novela de Luz Gabás, sería una buena película.
Palmeras en la nieve es una historia mal construída sobre los miembros de una familia de las montañas nevadas de Huesca que se trasladan a la colonia africana de Fernando Poo/Río Muni (actual Guinea Ecuatorial). Es una historia mal contada en imágenes, con una cronología confusa a pesar de que cada cierto tiempo aparezca un cartelito con el lugar y el año en el que transcurre la acción.
La primera sorpresa que se lleva el espectador es la de descubrir que los que van a ser los protagonistas no hablan castellano sino catalán. El espectador debe adivinar que ese pueblo del Pirineo aragonés donde se encuentra la casa familiar está en una zona que excepcionalmente es catalano-hablante, pero eso no impide que a partir de la llegada a Malabo ambos protagonistas se expresen perfectamente en castellano.
La acción se desarrolla a través de tres generaciones en tres tiempos. Los años 50/60 que fueron años coloniales con participación del abuelo y protagonismo del padre de la chica (Jacobo), el período de Gobierno del dictador Macías (1968) donde la historia romántica del tío Kilian y su amante africana Bisila cobra principal interés y el tiempo actual donde la nieta del abuelo pionero que se estableció en la colonia española va a buscar a Guinea las raíces de su familia.
Una de las dificultades al manejar tiempos distintos radica en conservar la coherencia cronológica entre los distintos relatos, cosa que falla garrafalmente en esta película donde algunos personajes envejecen mientras otros conservan edades imposibles. La incongruencia más flagrante es la del hijo, producto de la relación de Kilian con la guineana Bisilia en su momento de mayor esplendor sentimental, que al final de la película cuenta sólo con dieciocho años de edad y estudia en la universidad de Madrid, cuando su padre ya es un octogenario víctima del alzheimer y su madre (la joven y guapa Bisilia) se ha convertido en una anciana obesa. Si el tiempo hubiera transcurrido de la misma manera para todos este muchacho ya tendría alrededor de cuarenta años o sus padres se mantendrían aún relativamente jóvenes
Los dos hermanos hacen el papel del bueno y el malo. Jacobo lleva más tiempo en la plantación de cacao y es un tipo curtido, cruel y vicioso, en cambio Kilian es el hermano menor y demuestra ser un hombre sensible de buenos sentimientos, pero debido al parecido físico que hay entre ellos al espectador le cuesta reconocerlos durante la primera parte de la cinta.
La mayor parte de la acción discurre en la plantación donde los indígenas trabajan en penosas condiciones y al espectador le resulta muy difícil seguir a los personajes por un escenario donde no se sabe exactamente dónde duermen, ni dónde comen, ni por qué se encuentran en un sitio y no en otro. Las imágenes de interior con vistas parciales de precarias construcciones o de ángulos desconocidos desconciertan porque tan pronto puede tratarse del hospital o de un barracón para trabajadores o para la gestión administrativa de la explotación agrícola.
La historia es confusa porque el director no sólo da muy pocas pistas para reconocer los tiempos y a los personajes en épocas distintas de su vida, sino que a veces da pistas falsas como una carta que se envía y en la siguiente secuencia alguién lee otra carta distinta lo cual constituye una trampa para el espectador, otras veces sólo es un detalle que puede pasar desapercibido para seguir el vínculo argumental, como una pequeña cicatriz que aparece fugazmente en la cintura del anciano que agoniza en sus montañas oscenses lo que nos ayuda a identificarlo. La película dura 163 minutos durante los cuales el espectador se mantiene en ascuas intentando descubrir la trama de esta historia como si leyera un libro abriéndolo aleatoriamente por distintas páginas.
Sin embargo, Palmeras en la nieve despierta un gran interés en el espectador por conocer ese período de las colonias africanas de España tan desconocidas. Sólo en este segundo sentido podemos decir que la película es interesante. La dictadura franquista no se prodigó en dar información sobre lo que sucedía en la actual Guinea mientras fue conlonia española. Películas como esta nos acercan a nuestra historia reciente, llenan lagunas, aunque en algunos casos se trate de abusos vergonzosos.
PALMERAS EN LA NIEVE
Título original Palmeras en la nieve
Año 2015
Duración 163 min.
País España
Director Fernando González Molina
Guión Sergio G. Sánchez (Novela: Luz Gabás)
Música Lucas Vidal
Fotografía Xavi Giménez
Reparto Mario Casas, Adriana Ugarte, Macarena García, Alain Hernández, Berta Vázquez, Emilio Gutiérrez Caba, Celso Bugallo, Laia Costa, Fernando Cayo
Productora Nostromo Pictures / Atresmedia Cine / Warner Bros.
Género Drama. Romance | África. Colonialismo. Años 50. Drama romántico
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