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Escritores reencontrados
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5 METROS DE POEMAS
Carlos Oquendo de Amat (Puno. Perú, 1906- Guadarrama, España, 1936)
Editorial Decantar. Colección Retorno. Lima, 1969.
COMPAÑERA
Tus dedos sí que sabían peinarse como nadie lo hizo
mejor que los peluqueros expertos de los transatlánticos
ah y tus sonrisas maravillosas sombrillas para el calor
tú que llevas prendido un cine en la mejillajunto a tí mi deseo es un niño de leche
cuando tú me decías
la vida es derecha como un papel de cartasy yo regaba la rosa de tu cabellera sobre tus hombros
por eso y por la magnolia de tu canto
qué pena
la lluvia cae desigual como tu nombre.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o- ARRIBA
AUSENCIAS Y RETARDOS
César Calvo (Lima, 24/7/1940-18/8/2000)
Ediciones de La Rama Florida. Lima, 1963.
NOCTURNO DE VERMONT
ARRIBA
ME HAN CONTADO también que allá las noches
tienen ojos azules
y lavan sus cabellos en ginebra.¿Es cierto que allá en Vermont, cuando sueñas,
el silencio es un viento de jazz sobre la hierba?¿Y es cierto que allá en Vermont los geranios
inclinan al crepúsculo,
y en tu voz, a la hora de mi nombre,
en tu voz, las tristezas?O tal vez, desde Vermont enjoyado de otoño,
besada tarde a tarde por un idioma pálido
sumerges en olvido la cabeza.
Porque en barcos de nieve, diariamente,
tus cartas
no me llegan.
Y como el prisionero que sostiene
con su frente lejana
las estrellas:
chamuscadas las manos, diariamente
te busco entre la niebla.Ni el galope del mar; atrás quedaron
inmóviles sus cascos de diamante en la arena.Pero un viento más bello
amanece en mi cuarto,
un viento más cargado de naufragios que el mar.(Qué luna inalcanzable
desmadejan tus manos
en tanto el tiempo temporal golpeando
como una puerta de silencio suena.)Desde el viento te escribo.
Y es cual si navegaran mis palabras
en los frascos de nácar que los sobrevivientes
encargan al vaivén de las sirenas.A lo lejos escucho
el estrujado celofán del río
bajar por la ladera.
(un silencio de jazz sobre la hierba.)Y pregunto y pregunto:
¿Es cierto que allá en Vermont
las noches tienen ojos azules
y lavan sus cabellos en ginebra?¿Es cierto que allá en Vermont los geranios
otoñan las tristezas?¿Es cierto que allá en Vermont es agosto
y en este mar, ausencia...?
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o- Más allá de los últimos mástiles ardiendo,
más allá de mis ojos y tus pies y tus manos de yeso,
y tus pechos mordidos por la nieve,
más allá de los jóvenes mendigos
que con babeantes dedos mancharon en tu vientre
el sello blanco del amor:
yo te amo.Yo me emociono por primera vez.
Yo recuerdo tus ojos de pescado
debajo de esta lluvia que golpea las ramas del verano.Yo me interno descalzo por el tiempo vacío
mientras la noche cae
como un árbol quemado
y el placer acecha entre las lianas oscuras
desde los ojos de una boa irresistible.
Y prosigo.Prosigo.
Nadie puede alcanzarme.
Nadie puede alcanzarme
cuando enciendo tu nombre,
cuando hasta los cadáveres se cubren de rocío
y yo danzo fatigado y triunfal en redor de tu aliento
que arde como esqueleto de una pira en el bosque.Escrito está que siempre,
doquiera se entreabran al viento las compuertas,
en el vaso que bebas,
en la luna que vuelques sobre mi pecho helado,
cuando subas a los tranvías
o desciendas
estremecida
de los ardientes cadalsos,
o sonrías a solas con los otros
tras una máscara de celofán mojado.Porque yo soy tu sangre.
La crujiente memoria de las tardes de hotel
donde una toalla de azahar y el gesto
con que la sed desborda los cántaros de cobre.Y eres tú en el galope lejana de los años, eres tú
quien detiene, quien desboca
los ríos de las noches en mi cuarto.Y aunque mi rostro apagues en espejos de sangre,
aunque sea una piedra quien te guíe desde un cielo de barro,
bien sabes que encanezco, bien sabes
qué espejismo palpito cuando pasas,
cuando no, cuando barres la neblina,
cuando inventas la lluvia a través de ciudades calcinadas.Pequeña diosa, carne de los cuervos,
agua de mordeduras insaciables,
lávame en la candente ceniza de tu cuerpo,
vierte tu dolorosa palidez en mis manos,
y antes que el crepúsculo descienda de los bosques
a tenderse en la arena como un lagarto acuchillado,
desgárrate los muslos con mi flecha de seda
y en el centro del sueño deja entonces que me hunda
bajo las plumas rojas y lentas del otoño.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o- (De Poemas bajo tierra)
Aquel bello pariente de los pájaros
Aquel bello pariente de los pájaros
que escondía su sombra de la lluvia
mientras tú dirigías
sobre ardientes cuadernos el vuelo de su mano.
El niño que subía
por el estambre rojo del verano
para contarte ríos de perfume,
cabellos rubios y país de nardos.
Tu niño preferido -¡si lo vieras!-
es el alma de un ciego que pena entre los cactus.
Es hoy el otro, el sin reír, el pálido,
rabioso jardinero de otoños enterrados.¿Y sabiendo esto lo quisiste tanto?
¿Lo acostumbraste al mar,
al sol,
al viento, para que hoy ande respirando asfixias
en un pozo de náufragos?
¿Para esta pobre condición de niebla
defendiste su luz de enamorado?Poesía, no quiero este camino
que me lleva a pisar sangre en el prado
cuando la luna dice que es rocío
y cuando mi alma jura que es espanto.Poesía, no quiero este destino.
Llévate tus sandalias.
¡Devuélveme mis manos!El final de la historia lo dirán las estrellas
y las hojas que cubren mi sueño sepultado.
TERCER MOVIMIENTO (affettuoso) CONTRA LA FLOR DE LA CANELA
Antonio Cisneros (Lima, 1942)
Ediciones Miljevic. Buenos Aires, 1977.
ARRIBA
Para hacer el amor
debe evitarse un sol muy fuerte sobre los ojos de la muchacha,
tampoco es buena la sombra si el lomo del amante se achicharra
para hacer el amor.
Los pastos húmedos son mejores que los pastos amarillos
pero la arena gruesa es mejor todavía.
Ni junto a las colinas porque el suelo es rocoso ni cerca de las aguas,
Poco reino es la cama para este buen amor.
Limpios los cuerpos han de ser como una gran pradera:
que ningún valle o monte quede oculto y los amantes
podrán holgarse en todos sus caminos.
La oscuridad no guarda el buen amor.
El cielo debe ser azul y amable, limpio y redondo como un techo
y entonces
la muchacha no verá el dedo de Dios.
Los cuerpos discretos pero nunca en reposo,
los pulmones abiertos,
las frases cortas.
Es difícil hacer el amor pero se aprende.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
POEMA PARA EL PADRE
A Jean
Alejandra Pizarnik (Buenos Aires, 1936-1972)
Rev. Arbol de Fuego. Caracas, enero, 1972.
Y fue entonces
que con la lengua muerta y fría en la boca
cantó la canción que no le dejaron cantar
en este mundo de jardines obscenos y de sombras
en el que no podía cantar la canción que quería cantar
que venían a deshora a recordarle
cantos de su tiempo de muchacho
la canción que no le dejaron cantar
sino a través de sus ojos azules ausentes
de su boca ausente
de su voz ausente.
Entonces, desde la torre más alta de la ausencia
su canto resonó en la opacidad de lo ocultado
en la extensión silenciosa
llena de oquedades movedizas como las palabras que escribo.(23 de noviembre de 1971)
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o- CAMINOS DEL ESPEJO
ARRIBA
Como cuando se abre una flor y revela el corazón que no tiene.
-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-
A CÉSAR CALVO AGRADECIÉNDOLE QUE ESTÉ AQUÍ(*).Manuel Scorza (Lima, 1928-1983)
(*) Poema inédito de Manuel Scorza. Escrito en la mañana del 20 de mayo en el Hotel de Turistas de Tacna. Corregido en París la noche del 21 de junio de 1977.Una frase pequeña del poema se publicó en la revista Somos del diario El Comercio al fallecer el también poeta peruano César Calvo.
Fuente: de la correspondencia entre Mariana Alegre Scorza ( nieta de Manuel ) y Gabriel Martínez (estudioso admirador del poeta ) - 30/05/2001.
Enviado por el escritor Santiago Hynes - Bs. Aires. a Página Digital (www.paginadigital.com.ar)
ARRIBA
En el principio el hombre abandonaba a sus muertos.
Hace cincuenta mil años comenzó a cavar tumbas.
En la piel de las cavernas cinceló sus miedos bellísimos:
descubrió la poesía.
Por eso estamos aquí,
aventando palabras contra el cielo indiferente.
Cecilia, mi hija, juega con sus años:
cuatro guijarros de colores.
La vida pasa tan rápido, César, que una tarde
la miraremos salir para el parque
y regresar hermosísima mujer.
Así es, César, la vida huye tan rápido
que uno de estos días deberíamos tratar de decir la verdad.
Por favor, qué ocurrencia.
¡El mayordomo tiene órdenes estrictas
de tirarle la puerta al pasado!Porque jóvenes aúreos,
en las breñas del horror de América combatían entonces
por un mundo más bello.
Mortalmente heridos caían
más que por la metralla llagados por sus sueños.
Hermosos nacían a la muerte.
Mientras nosotros tatuábamos poemas olvidados
en cuerpos olvidados de mujeres olvidadas.
En chinganas de mala muerte cauterizábamos nuestra melancolía
bebiendo aguardiente que no era Agua Ardiente.Lenín no apreciaba a los poetas:
cortó groseramente un poema de Maicovski.
Vladimir Maicovski se mató.
Pero Lenín se equivocaba: el Che llevaba en su mochila
acribillados versos de León Felipe
y Javier Heraud llevaba una carta tuya en su chaqueta.
El impiadoso río Madre de Dios arrastró su cuerpo,
tu cuerpo, mi cuerpo, nuestra acribillada juventud, todo.
Pero la vida fluye más rápido que el río Madre de Dios.
¡Imposible erigir un mundo nuevo
sin desembarcar en las Indias entrevistas en nuestros sueños!
Una revolución que sólo es una revolución no es una
(revolución.
¡Hay que volcarlo todo, hay que quemarlo todo, hay que arran-
(carlo todo!
No permitir que vuelva a retornar jamás la misma realidad,
la misma familia, la misma agua, los mismos padres, la misma
luz, la misma patria, el mismo futuro, la misma tristeza, la
misma religión, el mismo sol!¿Quién se atrevería a absolvernos?
Un inmortal poema nos absolvería.
Pero los años han pasado y no hemos mencionado la Palabra
Ígnea.La vida es tan fugaz, César, que una de estas tardes
saldrás a comprar cigarros
y regresarás a contar chistes en nuestros velorios.
Y ahora sí te acepto un pisco.
Porque a pesar de esta tristeza, la vida vale la pena:
estoy alegre, estoy árbol, estoy exaltado, estoy
con mis amigos, estoy relámpago, estoy luz.
Porque el hombre que está más cerca de su muerte
que de su nacimiento
necesita urgentemente ser feliz.Hace cincuenta mil años, en la piel de las cavernas,
comencé a grabar este poema.
Por eso estoy aquí aventando palabras contra el cielo
indiferente.
POEMA PARA SERVULO PINTOR (fragmento)Raquel Jodorowsky (Iquique, Chile).
La Edad del Tiempo (Cuadernos trimestrales de poesía. Nº 29)
Trujillo (Perú), enero de 1962No espero tu muerte para cantar
Tiene que ser ahora cuando te llame
huaco lleno de noche-abuelo verde de arenas nietas-
padre azul de cacerolas bajo las tumbas - o novio rojo
de huarango que caza el sol -
Mientras escribo tu nombre en papel con venas
por donde circulas tratando de ser real
un ejército de flores te amenaza llevar
hacia la primavera eterna
vamos a salvarte para que seas viejo
de una vez para siempre viejo como tu pasado
como tu corazón de amar, viejo
como tu zapato usado donde habitan mariposas
Tenemos que cuidarte
y te dejamos huérfano en la puerta de los cines
caminando sin abrigo, hasta que llegas a una esquina
y te traga un bar.
Tenemos que adoptarte, mandarte a la escuela
para que enseñes desde un púlpito de uvas
como se bebe la sangre verdadera de Cristo
o el llanto blanco de la virgen
dormida bajo Ica
que llora por los piscales hacia arriba
Tú que te incendias en cada grito
por tus mujeres que cantan en los muros
con una misma boca para todas
que desde tu fondo de hombre
trabaja la mañana su alegría
súmame a tu canto, amigo
también a Catalina Salvaje.
(...)
¿Hablamos, desde cuándo?
¿Quién empezó? No sé.
Los días, mis preguntas;
oscuras, anchas, vagas
tus respuestas: las noches.
Juntándose una a otra
forman el mundo, el tiempo
para ti y para mí.
Mi preguntar hundiéndose
con la luz en la nada,
callado,
para que tú respondas
con estrellas equívocas;
luego reciennaciéndose
con el alba, asombroso
de novedad, de ansia
de preguntar lo mismo
que preguntaba ayer,
que respondió la noche
a medias, estrellada.
Los años y la vida,
¡qué diálogo angustiado!Y sin embargo,
por decir casi todo.
Y cuando nos separen
y ya no nos oigamos,
te diré todavía:
"¡Qué pronto!
¡Tanto que hablar, y tanto
que nos quedaba aún!"Para oir este poema en la voz del autor, pulse AQUI
No, no te quieren, no.
Tu sí que estás queriendo.El amor que te sobra
se lo reparten seres
y cosas que tú miras,
que tú tocas, que nunca
tuvieron amor antes.
Cuando dices: "Me quieren
los tigres o las sombras"
es que estuviste en selvas
o en noches, paseando
tu gran ansia de amar:
No sirves para amada;
tu siempre ganarás,
queriendo, al que te quiera.
Amante, amada no.
Y lo que yo te dé,
rendido, aquí, adorándote,
tú misma te lo das:
es tu amor implacable,
sin pareja posible,
que regresa a sí mismo
a través de este cuerpo
mío, transido ya
del recuerdo sin fin,
sin olvido, por siempre,
de que sirvió una vez
para que tú pasaras
por él -aún siento el fuego-
ciega, hacia tu destino.
De que un día entre todos
llegaste
a tu amor por mi amor.
19 poemas
Emilio Prados (Málaga 1899-1962)
ARRIBA
Y mi silencio no ha sido una crueldad que se perdía oculta
entre mis ropas
Yo no sé predecir
La luz únicamente más allá de mi mismo
Todo lo conocía
Conocía el mar y esos cuerpos desnudos
pero me devoraba la sangre entre las manos
Pedir perdón sería recordar un poema
y si yo escribo es únicamente porque no sé si he muertoTan lejos
La emancipación de nuestros sentidos está en recuperar
la palabra
A B C D nos referían nuestras antiguas historias
Alfonsina Storni (Bs. Aires 1898-1938)
Miedo
" Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,
besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras!...
Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran. "ARRIBA
L. Tamaral (Lima 1902-Sevilla 1992)
Nanas para poblar tus insomnios
Nana de la mariposa
Nana del caracol y la estrella
Amor, eres como una mariposa de colores pálidos sólo visibles en la oscuridad. Pliega las alas de tus pensamientos y despréndete del leve peso de tu cuerpo. Duerme así, como duermen las luces y los pájaros en vuelo, con los ojos abiertos en mi noche.
Nana del caballo azul
Por la noche el caracol deja su espiral de sueños sobre una hoja verde y por la mañana, al recogerlos, el rocío los disuelve.
¿Y la estrella? La estrella eres tú, vida mía.
Nana de la gaviota
Primordialmente el sueño del caballo no es más que un galope congelado, la Via Láctea que deja en el aire su crin blanca.
Pero este caballo azul enamorado, una noche sin viento ni recuerdos, soñó que se volvía de cristal al tocar tu piel en plena madrugada.
Y hoy se guarece transparente a tu costado.
Nana del perro chino
Se acercó la gaviota al mar como a un espejo y vio que en él cabía el cielo entero y se vio a sí misma volando entre las nubes, pero notó que algo le faltaba, saber de ti, que tú existías.
Nana de las horas y las campanas (Navidad)
Más que perro osito. No anda sino vuela, no tiene pelo sino nube, no abre sus ojos sino estrellas, en vez de rabo horóscopo y el pecho una bóveda celeste donde duermen las niñas obsequiosas, bonitas y buenas, como tú.
Nana de la niña maga (Seis de enero)
En el mar de tu cuerpo se encendió la noche oscura y por tus venas caleteaban los barquitos de mis sueños.
Los relojes de arena de los puertos bajaron a dormir sobre la playa.
Duerme en la Nochebuena, mi amor, que en lugar de horas hay estrellas y en vez de turrones, campanas.
Nana con zeta de tristeza
Fuiste niña, luego mujer y ahora maga, tres veces la misma ilusión.
La ilusión es el agua de lluvia antes de tocar la tierra, es el olor oscuro del alba tras la ventana, es tu sonrisa a punto de saltar del iris caramelo de tus ojos.
Duerme como niña mujer maga, duerme como maga mujer niña, duerme como mujer niña maga, bajo la ilusión de esta noche de Reyes, desde donde yo te miro.
Aire en silencio
Una lágrima tuya bastaría para empapar el mar, para apagar las hogueras de los días, para destilar el ópalo nocturno de tu cuerpo.
La tristeza es una gasa azul llena de cuarzo, un vidrio roto entre los vientos, una estrella mojada por una luz lejana.
Dormirás a la sombra de tus candelitas más hondas, al rescoldo de tu piel aterida, con el pelo suelto en el universo y tu pena sobre la almohada.
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L. Tamaral
La luz en la luz no se distingue,
Vivo atrapado en una jaula
de pájaros vertiginososmi trabajo consiste en esquivar
el tictac de los relojessoy como la respiración rubia de los maniquíes
que intentan abrazarse en los escaparatesy el aire dulzón de los burdeles me llega
a la hora que a las flores se les está evaporando el rocíopero conservo un remolino de asombro
en la oculta ternura de su cuerpo.---------------------------
nos cae a puñados en los ojos.
Son las cintas azules de las sombras,
que como un temblor de agua rota en el pecho
cubren lo que ya hemos perdido.
¡Cuántos amaneceres se disipan
cuando las aves levantan vuelo y nos dejan dormir!
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Z
Te has vuelto un hombre triste, me dijeron.
No soy un hombre triste, pero estoy lleno de tristeza
como una lata brillante que oculta un licor oscuro.
Sólo te dedicas a escribir, me reprocharon.
Y también se equivocaban, yo sólo sé amar.
Para Helena
La percepción del tiempo
es el rocío que enfría tus mejillas
y es también el olor del mar.Es la arena bajo tus pies
en el camino desierto.Es verte ahora como fuiste hace años
y haberte visto hermosa como ahora eres.Intangible
es el espacio que dejas cuando te marchas
el silencio del follaje después del viento
y tus sueños difuminados en las sábanas.
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PAGINA ACTUALIZADA EL 19/5/2012